* ¿Cuáles son los comportamientos inadecuados más comunes en la oficina y que afectan el clima organizacional?
El clima organizacional es equivalente al estado de ánimo en una persona, lo que permitiría pensar que las organizaciones dependiendo de ciertas circunstancias se ven afectadas en sus “sentimientos”. Cada comunidad laboral dependiendo de su carácter y aquí nos referimos a su cultura, puede reaccionar de manera distinta a las tensiones cotidianas que experimenta, ya sea con síntomas visibles o sutiles signos, que acumulados en el tiempo pueden configurar un síndrome de “bomba de tiempo”. Los componentes de esta bomba de tiempo se podrían categorizar en dos tipos de “analfabetismo”: uno “existencial” y otro “relacional”. El primero manifestado en todos aquellos comportamientos que se desprenden de un mal manejo del proyecto de vida o de la forma de ser dentro de la oficina; expresado en palabras de Facundo Cabral, aquí nos referimos a aquellos “que no cumplen el deber de ser felices y por eso amargan a todo el barrio”. Nada más incómodo que trabajar al lado de personas amargadas, pesimistas, que no asumen la responsabilidad de sus actos y viven la llamada “Esquezofrenia”, el uso cotidiano del “es que”: “es que tenía pico y placa” “es que los trancones” “es que no me dijeron” “es que con ese jefe “. Cada vez menos se encuentran personas conscientes de su responsabilidad frente a su propio crecimiento y a las consecuencias de sus actos. El otro tipo de personas están dentro de la categoría de aquellos que, siendo probablemente hábiles y expertos en el desempeño de sus tareas, son torpes en lo relacional, en el según ellos, “secundario” tema de tratar a otros. Para estos genios de la técnica y analfabetas del trato humano “aquí vinimos a trabajar y lo demás es lo de menos”, desconociendo que detrás de la mano de obra hay personas que trabajan con el alma y el corazón, y por ende sensibles al desprecio y también al buen trato.
* ¿Cuáles son los que más le incomodan a los empleadores?
Un empleador además de querer hacerse de personas talentosas, capaces de operar hábilmente sus máquinas, servicios o procesos, anhela al mismo tiempo de comunidades laborales donde las personas primero no se quejen todo el tiempo profesando la filosofía de que “el malo es el otro y no yo” y segundo de personas que resuelvan inteligentemente las tensiones cotidianas y no estén obligando a invertir el tiempo de sus líderes en resolver los líos relacionales de sus colaboradores, que muchas veces responden a malentendidos que podrían ser disipados con un sencillo diálogo cara a cara.
* Si bien es cierto que todos afectan de una u otra manera el desempeño laboral ¿Cuáles lo afectan directamente?
Los dos tipos de analfabetismo influyen negativamente en el rendimiento. Escudarse en que las circunstancias determinan lo que cada uno hace o deja de hacer en la oficina, es otorgarle demasiado peso a las condiciones restándole fuerza a las decisiones, no es fácil trabajar con el hábito hecho creencia de que las cosas no están en mis manos y que soy una víctima del ‘cotidianicidio’. Y en el lado relacional es claro que nadie quiere llegar a un lugar donde el ambiente muestra un aburrimiento domesticado, que esconde una tensión acumulada de experiencias frustrantes en el trato con los demás.
* ¿Qué actividades se pueden adelantar para minimizar el impacto negativo de estas actitudes?
Se debe incluir dentro de la cotidianidad de la compañía “pausas activas emocionales” permitiendo de manera creativa la conformación de una comunidad laboral en medio de la tensión y la diferencia, argumentando que dicho conflicto hace parte de la dinámica organizacional y que por ende nunca va a desaparecer, pero que si se puede manejar inteligentemente. De igual forma animar al desarrollo de las buenas prácticas emocionales donde como diría el poeta” los buenos modales son como el aire en las llantas que permite viajar más cómodo en medio de los caminos escabrosos’.
* ¿Qué consejos le daría a un empleado para que evite estas actitudes?
Primero le preguntaría si él cree que tiene actitudes que no ayudan con la construcción de un clima más digno dentro de su oficina. Si dice que sí, que si tiene algunas de esas actitudes, creo que ya hay gran parte del camino recorrido, porque lo más complicado del trabajo con seres humanos es el reconocimiento de que las cosas ‘no las veo como son sino como soy’, pero si eso sucede y se asume una genuina actitud de co-responsabilidad, lo demás puede fluir con buen pronóstico. Recordemos que la “carreta” sobre las relaciones interpersonales se sabe con cierta profundidad, pero dejarse tocar por el realismo que se nos presenta cotidianamente y que nos muestra ese analfabetismo que en cierto nivel todos padecemos, es el punto clave para empezar a construir un clima laboral más digno y más fértil.